02/06/2021
Teleconsulta, nuevas formas de comunicación en Atención Primaria
La llegada de la pandemia de la COVID-19 supuso cambios importantes en los centros de atención primaria y en la forma como se debía atender a los pacientes.
Se tuvieron que separar espacios físicos entre los protegidos (sin COVID-19) y los COVID-19. En plena pandemia, se consideró necesario evitar al máximo la presencia de los pacientes en los centros, excepto en aquellos casos imprescindibles, para contener el virus. Se cerraron consultas abiertas y redujeron espacios en las salas de espera y el miedo al contagio y el confinamiento provocaron que los ciudadanos no acudiesen a los centros saniatrios en el supuesto que podrían contagiarse.
Y por ello, el gran cambio fue pasar de las visitas presenciales, que suponían el 95% del tiempo de trabajo en un centro de salud, a las teleconsultas que actualmente ocupan hasta el 70% del tiempo de los profesionales de la atención primaria en algunos centros de salud.
Y de hecho, las consultas virtuales que antes de la pandemia eran puntuales y con una implantación desigual en España, con la crisis de la COVID-19 ha pasado a instalarse de forma homogénea en nuestro sistema de salud, y son muchos los expertos que aseguran que ha venido para quedarse.
Y no podemos obviar que existe un debate en torno a su implementación. Sin duda su llegada conlleva ventajas como aligerar las listas, evitar desplazamientos y desburocratizar las consultas presenciales. Pero también hay voces que alertan del distanciamiento con los pacientes que puede generar. Y si alguna cosa caracteriza la atención primaria es la cercanía y proximidad con los pacientes a los que se acompaña al largo de su vida, conociendo su entorno familiar y comunitario.
Pero sin duda, la teleconsulta ha supuesto y es una oportunidad para replantear la medicina y la atención que ofrece la Atención Primaria. Todos los profesionales de la atención primaria tienen claro que las visitas no presenciales deben ser sólo para situaciones de baja gravedad y complejidad, y cuando no es necesaria una exploración.
La telemedicina es y será una herramienta útil para los médicos de la atención primaria, pero también resulta imprescindible que tengan los recursos y las habilidades competenciales para aprovechar al máximo las posibilidades que estas nuevas herramientas ofrecen.
Sin embargo, la rapidez de su implementación ha supuesto que muchos profesionales no se sientan suficientemente preparados para un cambio muy abrupto que se ha producido en muy poco tiempo, y que supone cambios importantes en las dinámicas de trabajo y de forma extraordinaria en la relación médico paciente. Es imprescindible que médicos y médicas de atención primaria mejoren su formación digital.
Es fundamental saber cuándo y cómo usar estas herramientas. Un ejemplo seria la consulta telefónica que puede resultar compleja de llevar y para la que, seguramente, no los profesionales no están suficientemente entrenados.
Seguramente hay que reinventar los planes formativos para entrenar a los sanitarios en determinadas y nuevas aptitudes tecnológicas que les permitan enfrentarse con mejor capacidad a las nuevas demandas de atención sanitaria y a unos pacientes, cada vez, con un perfil más digital.
Fundación de Atención Primaria ofrece el curso Después del pico COVID-19: Nueva normalidad, nuevas herramientas para la Atención Primaria. Se trata de un curso dirigido a profesionales de atención primaria (AP) para ayudar a gestionar la etapa que sucede al pico de la COVID, que permite perfeccionar las herramientas que ya se han incorporado a la gestión de la consulta.