15/12/2020
¿Cómo deberemos atender a los pacientes crónicos en plena pandemia COVID?
La llegada de la COVID19 ha supuesto un cambio radical en nuestro día a día. Hemos pasado de tener las agendas y las salas de espera llenas de personas (o citas de domicilios a diario) a cerrar agendas, desprogramar actividad y sustituir la actividad presencial por la tele-medicina. Con la presión de las ausencias de compañeros (por enfermedad o contacto) y en un escenario de incertidumbre muy superior a la que los médicos de familia estamos acostumbrados a sobrellevar.
La presión de la primera ola vivida en los meses de marzo, abril y mayo fue muy dura y suposo no sólo que desde la Atención Primaria funcionáramos como un muro de contención para evitar el colapso de Urgencias y las UCI, sino que siempre hemos intentado mantener nuestra esencia, mantener nuestros atributos de longitudinalidad y cercanía a nuestra población de referencia, de una nueva forma.
De manera que hemos manejado casos leves, hemos solicitado pruebas de imagen o nos hemos lanzado a hacer ecografías pulmonares, hemos asumido la gestión de las bajas laborales en una situación nunca vista, sin dejar de lado aquella atención imprescindible a los pacientes crónicos, crónicos complejos o en situación de final de vida, y la atención de los colectivos de personas especialmente vulnerables, entre ellos, las personas mayores y pluripatológicas que acompañamos.
Ahora estamos entrando ya en la segunda ola, llegamos cansados y con la incertidumbre de lo que supondrá la campaña de la gripe. Y sabemos que no volveremos a la antigua normalidad. A nivel práctico nosotros, los profesionales de Atención Primaria tampoco podemos hacerlo.
Y por lo tanto, no sólo debemos atender las recuperaciones de los pacientes COVID. Debemos garantizar la seguridad de profesionales y personas. Y en estos momentos nos parece que la forma más adecuada de hacerlo no es abrir nuestros centros de salud indiscriminadamente sino ofrecer un acceso avanzado (la posibilidad de contacto telemático/telefónico y decidir si la visita debe ser presencial) y ampliar la capacidad de hacer visitas a domicilio. Para esto, el curso gratuito de Fundación de Atención Primaria Después del pico COVID-19:Nueva normalidad, nuevas herramientas para la Atención Primaria puede ayudar. Pero igualmente nos surgen dudas sobre como deberemos atender a nuestros mayores en sus domicilios: debemos ser capaces de ayudarles a incorporarse a esta nueva realidad, deberemos ser capaces de acompañarlos desde la distancia, garantizarles la necesaria rehabilitación que muchos de ellos precisan y revertir la fragilidad que muchos han sufrido en el periodo de confinamiento.
Todo ello deberemos hacerlo contando con la imprescindible aportación de compañeros de los ámbitos tanto sanitario como social. Las soluciones pueden ser globales, pero la implementación debe ser necesariamente local, respetando la particularidad y la realidad de cada población, de cada territorio. Y todos los servicios están llamados a colaborar. No puede ser de otra forma.